Además de la investigación que aporta información valiosa sobre la situación alimentaria de los niños y niñas, la campaña brinda herramientas y actividades prácticas para docentes, padres y personal de cocina.
(Buenos Aires, 2 de octubre) Los comedores escolares tienen un lugar central en la alimentación de niñas, niños y adolescentes en Argentina. En este contexto, UNICEF, FIC Argentina y FAGRAN realizaron un estudio cualitativo en escuelas públicas con servicio de comedor escolar de ocho provincias argentinas, con el objetivo de identificar las barreras, facilitadores y desafíos que enfrentan los establecimientos educativos para mejorar la calidad del menú.
El trabajo de campo se llevó a cabo entre agosto y septiembre de 2024 en 24 escuelas urbanas y periurbanas de Buenos Aires, Córdoba, Misiones, Jujuy, La Pampa, Rio Negro, Santa Fe y San Luis, a partir de 74 entrevistas con personal de cocina, directivos escolares, equipos técnicos de gestión de comedores, entre otros actores de la comunidad escolar.

Los obstáculos más relevantes para mejorar la calidad de la alimentación escolar incluyen:
- Falta de presupuesto, que limita la compra de alimentos frescos y saludables.
- Infraestructura deficitaria en cocinas y equipamientos.
- Falta de personal suficiente y especializado.
- Existencia de kioscos escolares que ofrecen opciones no saludables.
- Baja aceptación de frutas, verduras y legumbres por parte de chicos y chicas.
Entre los facilitadores identificados se destacan el compromiso del personal de cocina, directivos y docentes; la buena relación con proveedores; y la disposición del personal a seguir capacitándose. El estudio también exploró la implementación de la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable (PAS). Se observó que, si bien el nivel de conocimiento de la ley varía, en varias provincias ya se redujo la frecuencia y cantidad de alimentos con sellos en los menús, e incluso se eliminaron algunos de ellos. Los productos con sellos más difíciles de reemplazar resultan ser yogures, quesos y colaciones.
Además, se identificaron diversas estrategias creativas que implementan las cocineras para mejorar la aceptación de alimentos saludables. Entre ellas, “disfrazar” vegetales mediante rallado, troceado o mezclas que modifican el color de los platos, así como ofrecer frutas en cuartos o mitades para facilitar su consumo.
“Este estudio nos permite visibilizar oportunidades y desafíos, y fortalecer el diálogo con los distintos niveles de gobierno y con las comunidades educativas, aportando evidencia para mejorar políticas públicas que aseguren que cada niña y cada niño pueda acceder a comidas nutritivas en la escuela, fundamentales para su aprendizaje, desarrollo y bienestar”, afirma Verónica Risso Patrón, Oficial de Salud y Nutrición de UNICEF.
“Los hallazgos reflejan una transformación positiva en la alimentación escolar, orientada a mejorar la calidad nutricional y respaldada por normativas que limitan los productos ultraprocesados. La Ley PAS fortalece este proceso, aportando una base legal sólida para promover entornos escolares más saludables”, señaló Victoria Tiscornia, Mg. en Nutrición e investigadora de FIC Argentina.
“Este estudio visibiliza la centralidad de los comedores escolares en la garantía del derecho a la alimentación de niños y niñas. Desde FAGRAN reafirmamos nuestro compromiso con la mejora de la calidad nutricional de los menús y con la implementación de políticas públicas que fortalezcan entornos escolares saludables en todo el país”, señaló Ana Cáceres Presidenta de FAGRAN.
En el marco de la difusión del estudio, las organizaciones impulsan la campaña “Alimentá Futuro”, una iniciativa federal que impulsa entornos escolares más saludables a través de recetas, herramientas prácticas, actividades para el aula y voces reales de cocineras, docentes y familias. Conocé más en www.unicef.org/argentina/alimenta-futuro